No comencé como soy
Comencé siendo fotógrafo multidisciplinario en el 2010, y me tardé ocho años para descubrir que realmente me gustaba y que estilo quería tener. Descubrí que disfrutaba muchísimo las bodas y los retratos, pero cuando los abordaba desde una serie de principios que me ayudan a desarrollar una versión artística, dramática y genuina.
En 2018 le di forma a esas ideas y construí un estilo del que me siento orgulloso y feliz de aplicar sin cohibirme. Ese estilo es muy romántico, dramático, detallista, artístico y eso me da la oprtunidad de poder compartir con los demás como mis ojos ven el mundo.
Eso que ven es una forma de expresión de mis ideas y emociones que solo a través de la fotografía puedo comunicar. Para mí es como otro idioma u otro sentido, con el que logro decir cosas que de otra forma no puedo y que incluso yo, solo lo entiendo luego que lo veo.
No me gusta verme solo como el fotógrafo sino como un servidor que aporta y ayuda a que las cosas salgan de la mejor manera. Y de paso, dejar muchos recuerdos para que los niños y los nietos que vienen por ahí, puedan ser invitados de la boda de sus padres y abuelos. Soy el puente por el que el futuro puede disfrutar el pasado, como si fuera el presente.